Superando barreras en la logística mexicana: tecnología y estrategia en el transporte de carga
En México, la columna vertebral de la economía y el comercio descansa en gran medida en la eficiencia y robustez de su sector de transporte de carga por tierra. Este segmento, que domina el 81% de la carga movilizada a nivel nacional, es un testimonio de su papel crítico en el movimiento de aproximadamente 544.8 millones de toneladas de carga durante 2023, un leve aumento desde las 542.3 millones de toneladas registradas en 2022. Estas cifras, proporcionadas por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), subrayan el dinamismo y la vitalidad del sector, que aporta el 3.5% al Producto Interno Bruto del país.
El desempeño de México en el ámbito logístico, según el Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, donde ocupa el puesto 66 de 138 con una puntuación de 2.9 sobre 5, resalta la necesidad de mejoras continuas para mantener la competitividad en el escenario global. La logística y el transporte son esenciales para garantizar que los bienes se muevan de manera eficiente a través de las fronteras, llegando a sus destinos de manera oportuna y rentable. Esto es particularmente crucial en un mercado global donde los plazos de entrega ajustados y la calidad del servicio pueden ser decisivos para el éxito comercial.
Los desafíos que enfrenta el sector no son menores. La inseguridad en las carreteras y la falta de operadores calificados son obstáculos significativos. Esta última problemática ha llevado a que hasta 54 mil unidades queden inactivas, lo que se agrava ante el aumento de la demanda de transporte terrestre derivada del fenómeno del nearshoring. Este contexto destaca la importancia de adoptar medidas estratégicas y soluciones innovadoras para superar estas barreras.
La tecnología emerge como un aliado clave en este sentido. La introducción de tractocamiones equipados con avanzadas innovaciones tecnológicas, como los ofrecidos por ELAM - FAW, que incluyen características de seguridad y comodidad sin costos adicionales, está marcando la diferencia. Estos avances no solo mejoran la experiencia de conducción, sino que también contribuyen a reducir la incidencia de accidentes en las carreteras. Además, la adopción de vehículos que funcionan con gas natural representa un paso adelante hacia la sostenibilidad, ofreciendo ahorros en combustible, reducción en el desgaste del motor y, por ende, una mayor longevidad de las unidades en operación.
La gestión de la logística también juega un papel fundamental en la optimización del sector. Según un informe de la Asociación Mexicana de Empresas de Logística (AMELOG), la inversión en logística puede traducirse en una reducción de costos operativos de hasta un 20% y una mejora en los tiempos de entrega de hasta un 25%. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) enfrentan retos significativos, como evidencia una encuesta de AlixPartners, donde el 67% reporta ineficiencias en sus procesos de almacenamiento y logística.
Además, un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que el 35% de las empresas en México no tienen acceso a servicios de transporte confiables, lo que subraya la necesidad de fortalecer este aspecto crítico de la cadena de suministro.
Frente a estos desafíos, la innovación en la gestión de rutas y el monitoreo en tiempo real de las condiciones de los operadores y las unidades mediante tecnologías como el GPS se están convirtiendo en prácticas cada vez más comunes. Estas herramientas no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también son fundamentales para la seguridad de los operadores y la carga, ofreciendo una solución proactiva a la problemática de la inseguridad en las carreteras.
El sector de transporte de carga por tierra en México se encuentra en un punto de inflexión, donde la adopción de tecnología avanzada, la mejora en la gestión logística y la superación de desafíos estructurales son esenciales para su evolución y contribución al crecimiento económico del país. La colaboración entre el gobierno, la industria y los proveedores de tecnología será clave para desbloquear el potencial completo del sector y asegurar su sostenibilidad y competitividad a largo plazo.