Carga pesada en México y la llegada de Trump: ¿qué nos espera?
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha encendido las alarmas en varios sectores económicos, y el transporte de carga pesada no es la excepción. Sus políticas proteccionistas y la posibilidad de nuevos aranceles a productos mexicanos podrían golpear fuerte a la logística y la economía del país.
Pero antes de hablar del futuro, vale la pena echar un vistazo a cómo ha sido la relación entre México y Estados Unidos en este tema.
México y EE.UU. en el transporte de carga: una historia con altibajos
Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, el transporte de carga terrestre ha sido clave en el comercio entre ambos países. Sin embargo, la relación ha tenido muchos obstáculos:
- 1995-2001: Estados Unidos impuso restricciones a los camiones mexicanos con el argumento de preocupaciones de seguridad y medioambiente. Esto provocó disputas comerciales y represalias por parte de México.
- 2007-2011: Se intentaron programas pilotos para permitir la entrada de camiones mexicanos a EE.UU., pero fueron bloqueados varias veces por presión de sindicatos estadounidenses.
- 2011-2016: Durante el gobierno de Obama, se permitió el acceso de algunos camiones mexicanos con restricciones. Sin embargo, cuando Trump llegó al poder en 2016, las tensiones regresaron.
2018-2020: Con la firma del T-MEC, se establecieron nuevas reglas, pero todavía existen barreras que dificultan la operación de transportistas mexicanos en territorio estadounidense.
¿Qué son los aranceles y por qué nos afectan?
Los aranceles son impuestos que un país le pone a ciertos productos importados para encarecerlos y, supuestamente, proteger su producción local. En pocas palabras, si EE.UU. decide imponer un arancel del 25% a productos mexicanos, estos costarán un 25% más para los compradores estadounidenses.
¿Por qué esto es un problema? Porque si los productos mexicanos se vuelven más caros en EE.UU., las empresas de allá podrían buscar otros proveedores o simplemente reducir sus importaciones. Esto afectaría directamente a los productores y transportistas mexicanos, pues habría menos mercancía cruzando la frontera y más incertidumbre en la industria.
Durante su primer mandato, Trump impuso aranceles a productos de China y Europa, lo que desató guerras comerciales. Ahora, en su regreso al poder, ha dejado claro que planea seguir con su política proteccionista y ha amenazado con imponer aranceles a México. De concretarse, esto podría encarecer productos clave como aguacates, autos y plásticos, afectando tanto a los exportadores mexicanos como a los consumidores estadounidenses.
¿Cómo impactaría esto al transporte de carga en México?
Si Trump realmente impone aranceles a los productos mexicanos, el sector del transporte de carga pesada se verá afectado. Para dimensionar el impacto, revisemos algunos datos clave:
- México ya superó a Canadá como el país con más camiones cruzando hacia Estados Unidos, según el Buró de Transporte de EE.UU. (BTS).
- Desde el 2000, el número de tráileres mexicanos ha crecido un 62.6%, alcanzando los 7.3 millones en 2023, mientras que el tráfico de camiones canadienses ha caído un 21.6%.
- El valor de la carga transportada por tráileres mexicanos aumentó un 166.3% desde la pandemia, mientras que la canadiense solo creció un 86.4%.
- Laredo, Texas, sigue siendo el cruce comercial más importante entre ambos países.
El 80% del comercio entre México y Estados Unidos se mueve por carretera, lo que significa que cualquier obstáculo en la relación bilateral afectará de inmediato la cadena de suministro. Si las tensiones comerciales aumentan, muchas empresas podrían buscar alternativas como el transporte marítimo o ferroviario, lo que podría complicar aún más el panorama para los transportistas mexicanos.
Uno de los sectores más vulnerables ante esta situación es el automotor, que depende mucho del comercio entre los tres países del T-MEC. Si los costos de exportación suben debido a los aranceles, muchas empresas podrían reducir su producción o cambiar su logística, afectando a miles de empleos en México.
Nearshoring: ¿el salvavidas del transporte de carga?
Pero no todas son malas noticias. Un fenómeno que está impulsando el transporte de carga en México es el nearshoring. Esta estrategia, que consiste en que las empresas trasladen su producción a países más cercanos a su mercado principal, ha puesto a México en el radar de muchas compañías que antes fabricaban en Asia y que ahora prefieren instalarse aquí para reducir costos y tiempos de entrega.
Esto ha provocado una mayor demanda de transporte, ya que se están construyendo nuevos parques industriales en el norte del país, y gigantes como Amazon, Microsoft y Google están instalando data centers en el centro de México. Y aquí surge la pregunta clave: ¿quién mueve los materiales para estas construcciones? Así es, los transportistas.
El nearshoring representa una gran oportunidad para la industria del transporte, ya que no solo aumenta la demanda de unidades de carga, sino que también impulsa la modernización de la flota, la contratación de más operadores y la creación de nuevas rutas logísticas.
Carga pesada en México y la llegada de Trump
La relación comercial entre México y Estados Unidos seguirá siendo clave para la industria del transporte de carga. Aunque la reelección de Trump genera incertidumbre, también representa una oportunidad para que las empresas mexicanas busquen alternativas y fortalezcan su posición en el mercado.
Si bien los aranceles pueden complicar el comercio, el nearshoring y la inversión en infraestructura podrían ayudar a equilibrar la balanza y generar nuevas oportunidades para los transportistas. La clave estará en mantenerse informados, adaptarse a los cambios y buscar estrategias para que el sector siga creciendo.