¿Puede el nearshoring impulsar el transporte de carga sustentable?
El nearshoring está impulsando la industria nacional en diferentes frentes, uno de ellos es el aumento del transporte de carga, si las empresas asiáticas se mudan a nuestro país, es necesario mover sus mercancías al vecino país del norte, principalmente por carretera, ante esto la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) estima que el nearshoring provocará un crecimiento de alrededor del 20% para los próximos tres años, lo cual equivale a un aumento del 6% anual en el volumen del comercio transfronterizo que se mueve por carretera. Expertos de dicha cámara declararon que el fenómeno del nearshoring ya provocó el incremento del 2% mensual en los volúmenes del comercio de carga terrestre entre México y Estados Unidos.
De manera directa estas son buenas noticias, pero hay un factor crucial y es el cuidado al medioambiente, el 80% del comercio internacional se mueve por carretera. De acuerdo con el Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable (IISD, por sus siglas en inglés), el transporte representa aproximadamente el 64% del consumo mundial del petróleo, el 27% del total de uso energético global y el 23% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con la energía.
Ante este panorama, Ernesto Del Blanco, director general de la ensambladora y distribuidora de vehículos pesados, ELAM-FAW, comenta que se debe aprovechar este auge para poder incentivar el transporte sustentable “al incrementar la demanda de transporte de carga, se incrementarán los niveles de contaminación, tomemos en cuenta que no solo son emisiones de CO2, también se tiene contaminación auditiva y otras afectaciones. Por eso es relevante que este impulso también sea para transitar hacia un transporte de carga sustentable”.
En el país se implementó el Programa “Transporte Limpio» de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en conjunto con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Esta iniciativa impulsa que el transporte que circula por el país sea más eficiente, seguro, competitivo y amigable con el medioambiente, el implementar dicho programa trae los siguientes beneficios:
Para las empresas transportistas
Entender mejor el impacto ambiental generado por sus flotillas. Reducir el impacto ambiental mediante el uso de tecnologías y estrategias recomendadas. Ahorrar dinero con la incorporación de estrategias y tecnologías de ahorro de combustible. Convertirse en transportistas preferidos por los usuarios del servicio de carga que forman o quieran formar parte del programa Transporte Limpio. Mejorar su imagen pública al recibir un reconocimiento que la distinga como una empresa comprometida con el medioambiente.
Para las empresas usuarias del servicio de carga
Entender mejor el impacto ambiental generado por el transporte de sus insumos y/o productos. Reducir la huella de carbono al elegir a transportistas dentro del programa Transporte Limpio. Mejorar su imagen pública al recibir un reconocimiento que la distinga como una empresa comprometida con el medioambiente.
“En el mercado hay muchas opciones, en particular FAW cuenta con equipos a gas natural vehicular, lo cual representa una operación más amigable con el medioambiente y una menor huella de carbono, pero también se tienen otros beneficios como la reducción de costos y no se ve comprometido el rendimiento de las unidades. Pero estas opciones no son las únicas, la tendencia de electrificación está cobrando fuerza, lo mismo con el uso de hidrógeno verde como combustible, estamos en camino de un transporte de carga más eficiente y menos contaminante” declaró el directivo de ELAM-FAW.
En el país hay retos para poder evolucionar hacia un transporte sustentable, uno de los principales es la renovación de las flotas, ante este hecho, Ernesto Del Blanco comentó: “la edad promedio del parque vehicular mexicano para el transporte de carga ronda los 17 años. Al tener camiones que llevan tanto tiempo rodando estos pierden seguridad, generando un mayor gasto de mantenimiento, lo que puede representar hasta el 18% del costo operativo de la unidad. Esto también representa mayor consumo de combustible, por ende un mayor impacto ambiental, también el impacto en la rentabilidad de los transportistas es considerable. Aquí se deben buscar estrategias de financiamiento atractivas, así como incentivos gubernamentales que apunten a adquirir unidades menos contaminantes”.